Hogar del Jubilado


El Hogar del Jubilado Ntra. Sra. de Fátima, es de propiedad parroquial y fue fundado por el Rvdo. D. Carlos Vidal Besó (q.e.p.d.), allá por los años 70 para cobijar a los mayores que entonces no disponían en la ciudad de ningún centro de reunión y esparcimiento.

Creado como bien comprenderá a base de peticiones y cuotas de socios colaboradores, es decir de feligreses de la parroquia, que por aquel entonces, algunos andábamos en la treintena de años oskno jubilados.

Más tarde el Ayuntamiento hizo tres hogares municipales, con la consiguiente competencia desleal, sobre todo en el plano económico y de instalaciones. Hace diez años al crearse el último de estos, pretendieron cerrar el nuestro, pero los socios se negaron en rotundo al cierre. Consiguiendo mantenerse, como pudieron. Dos años después, D. Fernando nos propuso a nosotros, para que nos responsabilizáramos de la dirección del mismo y así lo estamos haciendo, pretendiendo levantarlo, socialmente, económicamente pues estaba en bancarrota y de funcionamiento, nuestros logros son pobres, pero el empeño y la dedicación no nos falta, aunque a veces creamos que no se ven los frutos.

¿Qué hacemos? Pues principalmente mantenerlo abierto, los socios unos 500 sólo quieren jugar al dominó o cartas, ... Colaboramos en actividades del Ayuntamiento, ya que con su exigua subvención sobrevivimos, celebramos cada año en la semana de la familia dentro de los actos que a tal fin organiza la Parroquia, coincidiendo con el día de la V. de Fátima, con homenaje al matrimonio o socio mayor y más antiguo, en las fiestas de S. Francisco celebramos el día del mayor, con campeonatos de juegos de mesa, charlas y proyecciones temáticas. El mes pasado en conjunto con la parroquia visitamos la exposición "Els camins del Grial".

Tenemos una rondalla, que actúa en nuestras celebraciones, en las de la Parroquia dedicadas a nosotros y en Navidad (villancicos) y también externamente en actos del Ayuntamiento o en centros de mayores.

Pero sobre todo, pretendemos la convivencia y el aprecio entre todos los mayores y que con nuestro pequeño ejemplo y gran esfuerzo, tratamos de lograr algo de evangelización, los socios saben que somos hombres de Iglesia y que es el único fin por que aceptamos este "trabajo" y lo digo así pues en efecto hasta trabajos de las pequeñas reparaciones o averías hemos de realizar.

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